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​Programa de violencia familiar y de género


La violencia es un fenómeno que preocupa a las sociedades, las víctimas de las distintas formas y ámbitos en las que ésta se manifiesta son de tal magnitud y severidad, que los costos para los estados a nivel macro y para las personas en su experiencia más cercana, dejan daños a corto y largo plazo; todo tipo de violencia es reprobable, sin embargo, la violencia contra las mujeres, por sus implicaciones, cronicidad e invisibilidad ha sido motivo de llamados urgentes a su prevención, atención, sanción y erradicación.


El Programa de Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género, tiene sus antecedentes en el Programa Mujer y Salud desde el año 2001. En 2003 se midió la magnitud, distribución e impacto del problema en nuestro país, a través de la primera Encuesta Nacional de Violencia contra las Mujeres5 que se aplicó en mujeres de 15 años y más, usuarias de los servicios de salud de las tres principales instituciones públicas de salud. La información resultante sirvió para mostrar que este problema rebasaba la magnitud de otros problemas de salud que se consideraban de alta prioridad, lo que puso en la agenda de salud el tema de violencia contra las mujeres.


Reducir los daños a la salud ocasionados por la violencia familiar y/o de género en las mujeres.

La violencia familiar y de género incrementa los riesgos a la salud, como lesiones, embarazos o abortos forzados, infecciones de transmisión sexual, depresión, trastornos mentales, abusos de sustancias y enfermedades crónicas entre otras; estos daños se producen a lo largo de la vida y tienden a incrementar, sin intervención oportuna incluso puede llegar a la muerte. Los servicios de salud representan una ventana de oportunidad, de ahí que la búsqueda intencionada de casos a través de la detección basada en indicadores de alarma relacionados con la violencia es fundamenta

 

Promover el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

La violencia en general y particularmente la violencia de género, son fenómenos sociales determinados por múltiples factores de orden cultural, económico, demográfico, histórico, de organización social entre otros, que por su complejidad parecen inevitables e incluso “naturales"; sin embargo múltiples experiencias internacionales han demostrado que la violencia es evitable a través de estrategias que permitan identificar y reaprender a establecer relaciones interpersonales libres de violencia, con reconocimiento de los derechos humanos de las personas y en específico de las mujeres y niñas. Contar con intervenciones preventivas focalizadas a poblaciones estratégicas, como los hombres y niños, permitiría en el primer caso desactivar la violencia y en el segundo aprender formas de relación desde el reconocimiento de la igualdad entre hombres y mujeres. ​